Invaden el acuífero Guaraní

 Este es un resumen del documental “Sed. Invasión gota a gota”, dirigido por Mausi Martínez, y presentado en 2004 por Kaos Cooperativa Limitada de Trabajo. Este film cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).

Un recurso escaso
Somos agua. El planeta está rodeado por agua. Pero 3 millones de personas al año mueren de sed o por beber aguas insalubres. Sólo una de cada tres personas en el mundo tiene acceso al agua potable. El 97,5 % del agua disponible en el planeta es salada. El 2,5% restante es dulce, y está en proceso de pérdida. De ese 2,5%, el 70% es utilizado para riego agrícola, el 10% sirve a la industria, entretenimientos, usos municipales y domésticos, y con el resto producimos electricidad.

¿Qué es el acuífero Guaraní?
El Acuífero Guaraní es el segundo reservorio de agua subterránea más importante del mundo y el primero del continente americano. Se localiza en América del Sur abarcando los 4 países del Mercosur. Su superficie estimada es de 1.190.000 km2. En Argentina abarca casi la totalidad del Litoral ocupando Misiones, Corrientes y Entre Ríos. El Doctor Miguel Auge, geólogo de la UBA explica: “Esta reserva de agua dulce es de entre 40.000 y 50.000 km3. Es suficiente para abastecer a toda la población del mundo (6 mil millones de habitantes) durante 200 años, a 100 litros por día por habitante. Este volumen es equivalente a un tanque que tuviera 200 km2 de base (la superficie de la Capital Federal, por ejemplo) y 200 km de altura (20 veces más de lo que vuelan los aviones).”

¿Cómo se formó?
Cuando África, Sudamérica y el continente antártico se encontraban unidos, un desierto se formó con espesores muy grandes de arena. Al separarse los tres continentes de la fisura subió lava volcánica, superando las capas arenosas. Luego, la lava se endureció dando lugar a la formación de rocas basálticas. Más tarde, la glaciación lo transformó todo. Los deshielos erosionaron notablemente las rocas, permitiendo el afloramiento de las capas arenosas. El agua de las lluvias comenzó a infiltrarse y se acumuló debajo del basalto. Otros millones de años pasaron y el conjunto de capas arenosas fracturó el basalto, permitiendo que el agua se renueve. Este fue el origen del acuífero Guaraní.
Los esteros del Iberá son zonas de descarga del acuífero Guaraní. Es una gran fractura geológica, donde el acuífero podría estar a muy poca profundidad, a unos 100 o 200 metros.

¿Quiénes tienen interés en el acuífero?
Las grandes potencias están muy interesadas en conocer y apropiarse del acuífero Guaraní, ya que el agua es un recurso muy demandado en el mundo entero, y apropiarse de esta gigantesca fuente de agua haría crecer aún más su poder sobre los demás países.

Existen diferentes entes que realizan investigaciones de los recursos naturales. Una de ellas es el GEF (Global Environment Facility o Fondo Global para el Medioambiente), una asociación global integrada por 178 países, instituciones internacionales, organizaciones no gubernamentales y el sector privado. Proporciona fondos para proyectos relacionados con seis áreas principales: biodiversidad, cambio climático, aguas internacionales, degradación de tierras, capa de ozono, agentes contaminantes orgánicos persistentes. El Banco Mundial también realiza importantísimos aportes para investigaciones de este tipo. Al respecto, Mónica Arancio de Beller, Senadora Nacional por Jujuy, explica que los millonarios aportes a proyectos de investigación de los recursos naturales “les garantizan acceder a información estratégica, porque al tener el conocimiento tienen la posibilidad de orientar las inversiones hacia los recursos estratégicos que para muchos de ellos hoy ya es escaso”. Y agrega: ”La zona de la triple frontera es el punto de carga y de descarga del acuífero Guaraní. Es muy llamativo que con frecuencia se escucha al gobierno de los Estados Unidos alertar sobre el terrorismo internacional en la triple frontera. No hay pruebas concretas de esto. Entonces, nosotros pensamos en lo conveniente que es la hipótesis para estos países a los cuales les vendría muy bien tener fuerzas militares en regiones de recursos naturales que ellos hoy demandan.”

Ana Esther Ceceña, doctora en Ciencias Sociales, presentó resultados reveladores de la superposición de tres mapas. El primero muestra la localización en América Latina de bases militares estadounidenses. El segundo muestra las riquezas naturales: petróleo, diamantes, uranio, zonas de gran biodiversidad y recursos hídricos. El tercer mapa localiza las regiones de resistencia a la ocupación norteamericana en sus dos escenarios de acción: la privatización y la militarización. Como sospechaban, las coincidencias son alarmantes. Desde 1989 el comando Sur del ejército de los Estados Unidos realiza maniobras militares en Argentina sin la autorización del Congreso Nacional y asienta sus bases en zonas estratégicas como Salta, Misiones, Entre Ríos y Tierra del Fuego, con algunas excusas pueriles como,  por ejemplo, ayudarnos a combatir el dengue en la triple frontera. Los operativos son presentados como campañas de ayuda social pero son parte de una política a nivel global, que implica un fuerte control de los movimientos de protesta, implementación de proyectos regionales como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y ocupación territorial. En cuanto a la privatización, un método común de las multinacionales es colocar lo que llaman actores claves, que siempre son sus ONGs conservacionistas, para luego transferir los servicios hídricos al sector privado, dominado por las grandes corporaciones del agua. En nuestro país, el servicio de agua potable se concesionó a una multinacional francesa por 30 años.

Google Earth
Telma Luzzani trabaja en la rama de Política Internacional en Clarín, y explica: “Estados Unidos tiene una red que rastrea información desde distintas bases. Realizan un barrido informativo, lo que se llamaba antes espionaje, en las regiones que tienen recursos estratégicos.” También Elsa Bruzzone, del Centro Militares para la Democracia, (CEMIDA) comenta: “En el año 2000 técnicos brasileños elaboraron una red de monitoreo del acuífero Guaraní y se la presentaron al Banco Mundial. Esta red implica (…) el monitoreo de pozos, gasoductos, oleoductos, de rutas, ciudades, cuál es el ambiente económico y social que tienen estas ciudades (…) Con esto Brasil entregó al Banco Mundial el control del acuífero Guaraní, ayudados por la desidia paraguaya, uruguaya y argentina.”  Por su parte, el Ministro Alan Beraud, del Marco Jurídico de Aguas Subterráneas, dice que “no tenemos normas especiales para los recursos subterráneos”, y que “las multinacionales que otorgan créditos exigen luego a esos países la privatización.”

¿Qué hace Argentina al respecto?

Kristine y Douglas Tompkins 
Mario Rujana, titular del ICAA
Las autoridades encargadas del cuidado de nuestros recursos no dan datos certeros y dicen no poder hacer nada. Por ejemplo, el ingeniero Mario Rujana, titular del Instituto Correntino Del Agua y el Ambiente (ICAA) explica: “El sistema del Iberá tiene 1.300.000 ha. Es una Reserva Provincial por ley, pero esa Reserva Provincial tiene propiedades privadas que incluyen lagunas, bañados, etc.(...) En estos últimos 2 años se han vendido propiedades privadas en intercambio a un libre compra venta entre privado y la Conservation Land Trust del norteamericano Douglas Tompkins, que ha adquirido según dicen las versiones, no se tienen todavía los datos, cerca de 200.000 ha. a fines del año 2003 (…)”. (Rujana es justamente el que ahora ha dado la autorización para la construcción de la nefasta represa del Ayuí). Un detalle importante es que, nuevamente, el Banco Mundial aporta los fondos para la infraestructura de estos parques y reservas, y deposita el dinero en fideicomiso, en organizaciones ambientalistas. La explotación comercial de estas tierras y sus recursos estará en manos de sus propietarios.

Cerca de 100.000 personas
repudiando a la pastera Botnia
Por otro lado, nuestro Servicio de Inteligencia del Estado tiene un presupuesto anual de 80 millones de dólares para investigaciones que parecen dispersarse en el tiempo. ¿Por qué nuestras universidades no pudieron obtener tan solo 6 millones de dólares para completar los 27 millones que demanda el estudio del acuífero Guaraní entre los cuatro países del MERCOSUR? Este es un estudio que nos posiciona entre los países más privilegiados. Sin embargo, hemos vuelto a recurrir a organismos financieros internacionales…

Evidentemente, nuestros funcionarios comparten los intereses de los empresarios en convertir al medio ambiente en una alcancía de donde sacar millones, sin importar tener que destrozarla para lograrlo. Si no defendemos el acuífero Guaraní de esta invasión ya mismo, no habrá vuelta atrás.